SALA I: REDENCIÓN

El Museo de Arte Sacro de Teruel se ha renovado para realzar la calidad de las piezas expuestas, obras de la Diócesis de Teruel y Albarracín. Muchas de ellas formaban ya parte del contenido de este centro, que se ubica en el Palacio Episcopal, pero ahora cobran una mayor relevancia. El color y la iluminación dirigida a cada pieza envuelven ahora sus salas.

El color rojo de esta sala está dedicado a la redención, con las imágenes que se refieren a Cristo.

Calvario Sarrión
Calvario Sarrión

Durante la Edad Media, se prestó especial atención en mostrar a los fieles los diferentes episodios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. El momento de la crucifixión es el más habitual, pero también las grandes escenas con los personajes del Descendimiento o el Calvario.
Este conjunto, procedente de la iglesia de Sarrión, y que podemos datar en la transición entre los siglos XIII y XIV, es un buen ejemplo de este tipo de grupos escultóricos. Como vemos, no sólo aparece Cristo en la cruz, acompañado de la Virgen y San Juan, si no que conservamos parte de la figura de Longinos, en el momento de incidir con su lanza en el costado de Jesús. Es muy probable que existieran otras imágenes en esta escena, pero no se han conservado.
Pasado el tiempo, vinieron nuevos mensajes, y nuevas obras de arte los plasmaron. Las antiguas obras quedaron en desuso, o se deterioraron con el paso del tiempo y se procedió a enterrarlas o, como en este caso, a emparedarlas dentro de sus iglesias o ermitas. Durante unas obras de restauración del templo, se localizaron estas cuatro imágenes, quedando depositadas en el museo para su exposición. Todas las imágenes están talladas en madera, y todavía conservan parte de la policromía de sus vestimentas.

Sagrada Cena

Esta obra, en realidad es la puerta del sagrario de un retablo desaparecido. Durante muchos años ha estado utilizada como puerta de expositor en la iglesia del Salvador de la ciudad de Teruel, pero parece que puede proceder de la desaparecida iglesia de San Juan.

Si nos fijamos en su iconografía, descubriremos el verdadero interés de la obra. Cristo se dispone en el centro, con la Sagrada Forma en su mano. Alrededor, en torno a una mesa de forma redonda, se disponen los apóstoles, cada uno con su gesto y actitud características. De todos ellos, destacan los dos que se colocan en primer plano. Judas con la bolsa de monedas, mirando al espectador, y la figura colocada de espaldas al espectador.

Esta manera de representar la escena, sigue el modelo de la pintura que decora el famoso oratorio Gonfalone de Roma, realizada por Livio Agresti (1505-1579). Desde allí, gracias a un grabado del holandés, Cornelis Cort (1528-1583), llegó al artista anónimo que la pintó para la ciudad de Teruel. Es una buena muestra de que las iglesias turolenses, se dotaron con obras al gusto de las corrientes estéticas del momento, participando de las grandes rutas de comunicación artística europeas. Ejemplifica asimismo cómo se han transmitido los modelos y las iconografías a lo largo de la Historia del Arte.

Calvario

Durante la Edad Media, se prestó especial atención en mostrar a los fieles los diferentes episodios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. El momento de la crucifixión es el más habitual, pero también las grandes escenas con los personajes del Descendimiento o el Calvario.

Este conjunto, procedente de la iglesia de Sarrión, y que podemos datar en la transición entre los siglos XIII y XIV, es un buen ejemplo de este tipo de grupos escultóricos. Como vemos, no sólo aparece Cristo en la cruz, acompañado de la Virgen y San Juan, si no que conservamos parte de la figura de Longinos, en el momento de incidir con su lanza en el costado de Jesús. Es muy probable que existieran otras imágenes en esta escena, pero no se han conservado.

Pasado el tiempo, vinieron nuevos mensajes, y nuevas obras de arte los plasmaron. Las antiguas obras quedaron en desuso, o se deterioraron con el paso del tiempo y se procedió a enterrarlas o, como en este caso, a emparedarlas dentro de sus iglesias o ermitas. Durante unas obras de restauración del templo, se localizaron estas cuatro imágenes, quedando depositadas en el museo para su exposición. Todas las imágenes están talladas en madera, y todavía conservan parte de la policromía de sus vestimentas.

Trinidad

Pintura sobre tabla realizada con la técnica del temple. Representa uno de los misterios de la fe cristiana, el de la Trinidad. Dios Padre se dispone en el segundo plano, Cristo crucificado en el centro, y el Espíritu Santo en forma de paloma en la parte superior.

Aunque muestra elementos propios de la pintura gótica en la escenografía general, otros detalles como el modo de componer el rostro de Dios Padre, o el canon del cuerpo de Cristo, corresponden con un estilo más moderno. Por ello, se puede datar en los años finales del siglo XV.

Cristo de marfil

Esta espectacular obra procede del convento de dominicas de Albarracín. La imagen de Cristo, tallada en marfil, sobre fondo de carey, se dispone en el centro, y presenta una forma levemente curvada, adaptada a la del colmillo de elefante sobre el que se labró. Los brazos están realizados con piezas añadidas. El rostro de Cristo dirige su mirada hacia el cielo, en el momento de su expiración, con un gesto perfectamente consecuente con la situación descrita.

Está dentro de un árbol, de cuyas ramas, como si de frutos se tratara, penden sendos medallones con escenas de la vida de Cristo. Estos también están tallados en marfil, con un detalle asombroso, que nos demuestra la calidad en el trabajo manual de los artistas que elaboraron esta obra. Buriles y limas debieron ser finísimas para conseguir grados de detalle milimétricos.

Los estudios realizados sobre esta pieza indican que fue realizada en talleres de marfil filipinos, y que fue donada al convento en el año 1621, coincidiendo con la terminación de las obras del convento. En tal caso, la presencia de una obra de procedencia oriental como ésta en la diócesis de Teruel se puede justificar por la presencia de algún personaje turolense que desempeñara algún cargo de relevancia en las antiguas colonias del pacífico. Se ha especulado sobre la figura de Basilio Sancho Hernando, natural de la localidad turolense de Villanueva del Rebollar, que fue nombrado obispo de Manila, pero de ser cierta la primera referencia, ello no es posible, ya que su nombramiento data de 1766.

Horario:

Lunes a domingo de 11:00 – 14:00 y de 16:00 a 20:00

Entradas:

Conjunta con la Catedral de Teruel

Dirección:

Plaza Venerable Francés de Aranda, nº 3, CP 44001, Teruel

Correo electrónico:

museoartesacroteruel@gmail.com

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