¿Qué hace la Iglesia de Zaragoza por los descartados?

Eso de ‘descartados’ es una forma de hablar propia del papa Francisco y se refiere a todos aquellos seres humanos a los que se niega la dignidad personal y su papel activo en una sociedad que presume de ser ‘plural’ e ‘inclusiva’. Frente a esta realidad, la Iglesia lanza su mensaje, que no es otro que el de Jesucristo, llamando a los cansados y a los agobiados, a los que ya no tienen fuerzas para luchar y a los que no encuentran soluciones para vivir humanamente.

 

La Iglesia local de Zaragoza no es ajena a esta preocupación del papa y, por eso, desde el curso 2008-2009, cuando estalló la crisis, quiere hacer gestos proféticos que ayuden a las conciencias a despertar del conformismo ante situaciones de injusticia. Lo hace cada curso, unas veces dando voz a los jóvenes sin trabajo digno; otras, a las personas y familias sin vivienda o sumidas en la pobreza energética; el año 2017, a los emigrantes y refugiados; y en el 2018, la cuestión de la ‘ecología humana’, que implica múltiples factores: consumo y cuidado medioambiental, trabajo decente, cuidado de la creación, economía solidaria.

 

¿Para qué sirve un gesto? En una de las plegarias eucarísticas se pide “entrañas de misericordia ante toda miseria humana, inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado, ayúdanos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido”. Un gesto como este es entonces un signo de identidad y compromiso para los católicos que viven en la Iglesia la ley de la caridad y la extienden al mundo. Un gesto para sensibilizarnos y sensibilizar; un signo para comprometernos y para comprometer; y un signo para manifestar la unidad de la Iglesia que, partiendo de la eucaristía, acoge y defiende a todos los descartados que llegan desde las periferias de la vida. En este sentido, el gesto es una expresión concreta del plan diocesano de pastoral que, aunando los compromisos ante las situaciones particulares, se presenta como la voz de la archidiócesis ante las realidades de injusticia.

 

Este gesto ha contado siempre con el estímulo del arzobispo, primero don Manuel y ahora don Vicente. La voz del pastor ha conseguido reunir en una acción única a la multitud de grupos que dentro de la Iglesia desarrollan la dimensión caritativa: delegaciones episcopales de pastoral (Apostolado Seglar, Juvenil, Penitenciaria, Obrera, Enseñanza, Migraciones, Misiones, Cáritas, MCS, Manos Unidas), vida consagrada (Pignatelli, Entreculturas, Escolapios-Itaka, CONFER, REDES-PROYDE) y Acción Católica (JOC, HOAC, Profesionales Cristianos, MRC, ACG).

Teclea lo que quieres buscar y pulsa Enter